lunes, 17 de junio de 2013

Tiempos y Destiempos



Dicen que hay momentos y lugares para decir las cosas, cosas que quedan marcadas en nuestros recuerdos sin remordimiento alguno, que definen lo que sentimos o lo que dejamos de sentir; pero, ¿qué pasa con las frases a destiempo?, ¿a dónde van aquellos recuerdos que salieron de nuestros labios en algún momento? pues bueno ahora lo sé, y tengo algunas líneas, en tiempo y destiempo para contarles a donde van.
 
Recuerdo tantas cosas de nuestra infancia, tantas cosas en veinte años que incluso me es difícil reconocer; veinte años es muy poco para vivir tanto, para querer tanto, para recordar tanto; recuerdo cuando éramos pequeños, cuando andábamos de la mano junto a una piscina por temor a caer, cuando andábamos de la mano por las calles de muchos pueblitos para no perdernos el uno del otro, cuando jugábamos a querernos sin precios ni compromisos, simplemente jugábamos a querernos. Crecimos, seguimos andando de la mano y los juegos cambiaron, jugábamos a ser profesionales, a ser mi maestra y yo tu alumno, jugábamos a ser rokcstars con enormes públicos de peluche, a tener una familia, discutir y luego jugar a querernos de nuevo. Crecimos más; forjamos nuestras prioridades, jugábamos a estudiar y ser grandes, a contarnos secretos y discutir por ellos, jugábamos a confiar. Crecimos aún más; dejamos de andar de la mano pero no nos separamos, dejamos de jugar y empezamos a vivir, emprendimos caminos diferentes, empezamos a tener problemas diferentes, aprendimos a querer a personas diferentes y empezamos a ser verdaderamente grandes. Pasaron algunos años; aprendimos a amar, abrazamos el mundo con las manos y tocamos el cielo con la frente; nos volvimos grandes, obtuvimos  responsabilidades, nuestros sueños se volvieron metas y las metas se volvieron hechos.
 
Ahora que crecimos y nos volvimos grandes, que los juegos han cambiado; ahora que jugaras un nuevo papel en una historia vestida de blanco y empezaras un nuevo camino; ahora veo a donde se fueron todas las palabras y hechos a destiempo; siempre jugamos a querer ser lo que ahora somos, siempre caminamos de la mano aunque no estuviéramos cerca el uno del otro, siempre nos enseñamos a vivir y a soportar. Lo que fue, ahora será; crecerás aún más junto a un hombre que te ama y al que amas, que te hará feliz y al que harás feliz, que aprenderá y del que aprenderás; tendrán hijos que jugaran a ser grandes, que vivirán a su propio destiempo, a los que les enseñaran y de los que aprenderán.
 
Ahora siendo tú hermano no hermano, tu eterno amigo y confidente, les deseo la mayor felicidad para que vivan la más grande aventura que puedan imaginarse; caminando de la mano, aprendiendo el uno del otro, jugando a ser grandes, viviendo juntos su propio destiempo, haciendo de sus sueños metas y de sus metas hechos, simplemente viviendo para escribir una historia de nuevos veinte años, cortos para vivir tanto, para querer tanto, para recordar tanto.
 
Felicidades a los Dos.