No pidas peras al olmo, ni diamantes al mar.
No pidas lágrimas a quien no tiene corazón, ni sonrisas a
quien no las quiere dar.
No pidas más luz de la que ya tienes o más rayos al sol de
cada día.
No pidas mas fulgor a la luna q te arrulla, ni más energía a
las estrellas del manto que te cobija.
No pidas esperanza a quien su corazón muere día a día, ni
tristeza a quien goza de su vida.
No esperes palabras vacías, espera actos que vengan del alma.
No desfallezcas ante el primer no, intenta y prevalece
mientras buscas el si.
No luzcas los ojos de tristeza que recubren tu alma, luce la
alegría que quieres transmitir.
No liberes los fantasmas de tu pasado, líbrate de ellos y
vive tu presente.
No te arrepientas de lo que no has hecho, arrepiéntete de lo
que no quisiste hacer.
No permitas que el tiempo borre las huellas en la arena, ni
recorras los pasos q ya diste.
No hieras a quien amas, ni destierres a quien adoras.
No te niegues a una promesa, ni seas tan cobarde de no hacerla
por ti mismo.
No te lances por una intención vana, lánzate por una ilusión
vital.
No pretendas ser quien no eres, ni seas lo que quieren que seas.
No dejes de perseguir lo que quieres, ni de soñar a cada
paso.
No temas dar un paso en falso, teme el no haberlo dado.
No dejes de equivocarte, ni dejes de aprender a cada minuto.
No temas acertar en los predicamentos, teme recaer en el error
del egoísmo.
No niegues un buen consejo a quien lo necesite, ni niegues
un aliento a quien lo implora.
No le niegues la sinceridad a quien te dio la vida, dale el
placer de conocerte como eres.
No te niegues ser el mejor, y no permitas que te hagan el
peor.
No te niegues una vida de felicidad, gánatela por merito
propio.